Llevo muchos años leyendo el Tarot, 28 años para ser exacta. Y si bien el tarot es una gran herramienta para guiarnos en el camino, después de estos años mi conclusión es que, no hay nada que pueda predecir mejor tu futuro que tu pasado y tu presente. No es un juego de palabras. Es una invitación a que analices tu aquí y ahora para darte cuenta de que hoy es un resultado de todas las decisiones que tomaste en el pasado. Decisiones inteligentes o decisiones equivocadas, eso lo tienes que analizar tú para sacar un balance.
Lo que si me doy cuenta en las sesiones de tarot es que hay personas que aun sabiendo que todo está en contra o a favor de un camino, por alguna razón deciden tomar el camino opuesto; lo cual me lleva a confirmar la existencia de dos Leyes Universales: La primera es que “la vida es individual y tú eres tu propia causa” y eso significa que cada uno tiene su propio nivel de consciencia, así como su libre albedrío; y la segunda es la “ley de causa y efecto”. Nadie recoge lo que no ha cosechado, es decir que, a toda acción hay una reacción de la vida.
Así que yo te sugiero que en este momento pienses en las decisiones que quizá no estás tomando. ¿Estás tomando acciones que te lleven a lograr tus sueños? ¿Cómo te quieres ver en el futuro? ¿Te gustaría en 5 años estar como estás ahorita? ¿Funciona la relación que tienes? ¿Trabajas en lo que te hace feliz? ¿Necesitas desarrollar una habilidad adicional para que te vaya mejor? ¿Estás cuidando tu cuerpo para que funcione muchos años más?
Nada predice mejor el futuro que lo que estás haciendo hoy y nada predice mejor el futuro que esas frases repetitivas que ni cuenta te das: Soy un tonto, que mala suerte tengo, la situación económica está terrible, yo no nací para amar… eso déjaselo a Juanga. Tus palabras se convierten en sentencias y como dice el dicho: “Al cliente… lo que pida”
Nadie puede hacer por ti lo que tú no hagas. El futuro será una consecuencia de tus pensamientos, palabras y acciones de HOY. No pospongas nada que abone a la cosecha del futuro. No pierdas tiempo en dudas o temores. No te expongas a verte en un espejo dentro de 5 o 10 años y recriminarte por lo que hoy no estás haciendo por ti. Podrás dar mil excusas y pretextos, pero al del espejo no lo puedes engañar. Tu futuro es lo que hagas con la materia prima que tú eres. Pensamientos, palabras y acciones son el material para construir la vida de éxito que ya te espera. No lo dudes más.