La salida fácil de la frustración es la queja. Quejarnos del frío o del calor, del tráfico, del gobierno, de la pareja o del cuerpo que nos tocó nos facilita la enorme responsabilidad de vernos a nosotros mismos y correr el riesgo de encontrar que somos nosotros quienes estamos mal o que no hemos hecho nada a ese respecto.
Hay un gran simplismo cuando sacamos conclusiones rápidas sin profundizar sobre las causas de lo que no está bien en nuestras vidas. “Mi marido es un desgraciado”, pregunta: ¿Quién escogió a ese marido?, “Odio mi trabajo”, pregunta: ¿Por qué llevas ahí tanto tiempo y no haces nada?, “El gobierno apesta” pregunta: ¿Qué estás haciendo para que eso cambie?
Hay una gran cultura de la “queja inútil” en la que no queremos escuchar soluciones, simplemente queremos quejarnos. Porque es real que todos tenemos una gran necesidad de sacar de nuestra mente y nuestro corazón la frustración y el enojo que sentimos al ver que nuestras vidas no caminan bien; sin embargo, yo en lo personal he aprendido que, a mayor queja, mayor frustración. Es como si al quejarnos atraemos a nosotros más de lo mismo: mas gente quejosa, mas mala suerte, mas hechos negativos. Somos como un imán que jala más de eso que odiamos.
Un día decidí dejar de ser la “pobrecita” que todo le pasaba y en lugar de quejarme empecé a “AGRADECER”. Es increíble cuando empiezas a poner tu mente en las cosas buenas y en los aciertos, cómo el universo se encarga de multiplicar las bendiciones.
Agradecer es una práctica que se convertirá en un hábito y con el tiempo en una parte de tu esencia. Cuando agradecemos nos ponemos en contacto con los recuerdos hermosos, con las vivencias positivas, con la parte bonita de nuestra historia; lo cual eleva nuestra vibración mandando esa señal al universo. Y como existe la Ley de Causa y Efecto, todo lo que sale de ti, regresa a ti multiplicado…. Es una ecuación sencilla pero muy poderosa.
Intenta esta semana justo cuando vayas a quejarte de algo, cambiar el mensaje y agradece algo bueno en tu vida. Y platícame cómo te fue. Puedes encontrarme en Facebook como Mariesther Martínez Eroza o en twitter como @mariesthermtz